sábado, 24 de abril de 2010

Antonio Juan hace su primera comunión...

Antonio Juan ha hecho su Primera Comunión. Desde el blog no podemos dejar de felicitarle por este gran acontecimiento. Tras la emotiva celebración lo hemos celebrado con la familia y los amigos. Ha sido un día entrañable y feliz. Supongo que es pasión de padre, pero ¿no está guapísimo de marinero? Os dejo una foto para que lo comprobéis con vuestros propios ojos.

Hasta la próxima, suerte y bendiciones.

Gracias a Flaviano (Stylo Fotografía) por la fotografía.

jueves, 22 de abril de 2010

Tres eran tres...


Tres fiestas seguidas son muchas fiestas, pero a nadie le amarga un dulce, así que vamos a dejarnos llevar y ¡lo vamos a pasar de miedo! Pero ¿qué fiestas son ésas que vienen? Pues revelemos el misterio: 23 de abril, fiesta del libro, 24 de abril, fiesta de la Primera Comunión de Antonio Juan, y 25 de abril, cumpleaños de mi mujer, Inés. Serán una fiesta que durará tres díasy pero estoy dispuesto a sobrevivir.

Vayamos por partes, el día 23 de abril debemos considerlo una fiesta, por que es el Día del Libro y los libros son uno de los elementos más importantes que rodean nuestra vida. Los libros son tan valiosos como los amigos. Nos introducen en otros mundos, en otras ideas, nos hacen llegar las historias, los sentimientos, las experiencias de otros. Los libros nos ayudan a crecer, a madurar, a disfrutar. Leer un libro, ensacha la mente, mejora nuestro vocabulario, nuestra forma de escribir, nuestra forma de ver la vida. Quien lee un libro, contempla un tesoro. Así que ya sabéis, el 23 de abril es un gran día, que no pase desapercibido.

El 24 de abril es otra cosa. Antonio Juan culmina una etapa, un tiempo nuevo llega. En la capilla de su colegio, recibirá por primera vez a Jesús en el don del pan y el vino. Acompañado de sus compañeros, su familia, sus amigos y su Escolanía, Antonio Juan participará por primera vez, de forma plena, en la fiesta de la Eucaristía. Es un momento de fiesta para todos los que lo queremos y compartimos con él la fe en Jesús de Nazaret. Luego lo celebraremos yendo a comer todos juntos, será la fiesta de un día, pero la fiesta de la Eucaristía le acompañará toda la vida.

Y por último, el 25 de abril, Inés cumple años. ¿Cuántos? Ah, no sé, no me acuerdo, jajajaja. Da igual, cuando Inés cumple años, la edad queda en segundo plano, lo importante es agradecer el haber pasado un año más junto a ella. Podría deshacerme en halagos y elogios, pero a ella no le gustaría, así que me limitaré a decir que la celebración de su cumpleaños será un broche de oro perfecto para coronar este fin de semana de festejos.

Bueno, ¿qué os parece? El lunes será otro tema, y ¡qué me quiten lo bailao!

Hasta la próxima, suerte y bendiciones.

martes, 13 de abril de 2010

La primavera ha venido...


Como dijo el poeta "la primavera ha venido y nadie sabe cómo ha sido". Bueno, nadie sabrá como ha sido, pero que ha venido, puedo dar fe. Flores, enamoramientos y alergias aparte, a mí la primavera me trae recuerdos de paseos, de fiestas y de éxamenes. Recuerdo especialmente, los largos paseos al atardeder con mi amigo Juan Antonio que nos llevaban hasta la Alameda donde un quiostito nos esperaba para regalarnos una cerveza fresquita. Recuerdo también las fiestas de primavera que, durante mis estudios universitarios, se organizaban en la disco Holidays y en las que Inés y yo bailabamos y bailabamos. Pero también recuerdo que, tras los paseos y los bailes, los exámenes finales nos recordaban que antes de entrar en el verano había que pasar por el aro.

Ahora, la primavera no me trae paseos con los amigos y bailes con Inés, ¡lástima!, pero bueno, al menos no me trae exámenes antes del verano. Lo que sí me trae la primavera de ahora, son unos cuantos días de astenia llenos de sueño y cansancio del que me tengo que sobreponer a la fuerza.

Sin embargo, no hay dos primaveras iguales y, en ésta, la diferencia más clara nos la marca la primera comunión de Antonio Juan. Será el 24 de abril en su colegio, le acompañarán sus amigos y su familia, y la Escolanía San Juan Bosco animará la celebración. Todo un acontencimiento para él y para nosotros.

La primavera ha venido y, aunque no sepa realmente como ha sido, al menos la hemos recibido un año más.

Os dejo el primer movimiento de La Primavera de mi tocayo Vivaldi. No es muy original pero siempre es un placer escucharlo.


Hasta la próxima, suerte y bendiciones.

sábado, 3 de abril de 2010

El sepulcro está vacío...

En la mañana del domingo, las mujeres salieron a embalsamar el cuerpo de Jesús. Las que lo habían seguido en vida, querían ocuparse también de su Maestro y Señor tras la muerte. Iban preocupadas por quién les descorrerá la losa que cubre la entrada del sepulcro. Nada les hacía presagiar lo que iban a encontrar. Los sucesos de los días anteriores habían ocurrido muy rápido. Jesús había sido apresado y había muerto en una cruz. Como llegaba el Sábado habían puesto su cuerpo en un sepulcro sin tiempo para embalsamarlo.

Pero cuando llegan al sepulcro, la piedra está corrida, el sepulcro está vacío. La luz blanca ha cubierto el huerto donde fue enterrado. Ya no está aquí. No busquéis al que vive entre los muertos. Dios que tomó el espíritu de su hijo en la cruz, lo ha resucitado. La confianza de Jesús en su Padre ha encontrado respuesta y su Padre lo ha arrancado de la muerte. La sorpresa fue grande, tan grande que las mujeres fueron corriendo a contar a los apóstoles esta gran noticia. María Magdalena, María la de Cleofás y Salomé se convierten en las primeras en anunciar la gran noticia.

El mensaje de las mujeres es claro: Id a Galilea, allí le veréis, él va por delante de vosotros. Allí encontraréis al Resucitado.

Hoy nosotros también somos invitados, tras acompañar a Jesús en su muerte y resurrección, a ir a Galilea a buscarlo. Hoy, Galilea para nosotros es el lugar de la vida cotidiana, el lugar donde vivimos el día a día, el lugar donde nos encontramos con la realidad, con los demás. Allí está Jesús esperándonos. El Resucitado nos ayuda a ver la realidad de otra manera. Los que sufran una experiencia de Viernes Santo en su vida, que sepan que hay un Domingo de Resurrección para todos, especialmente para ellos. La muerte ha sido derrotada, la vida ha vencido. Desde hoy, nosotros podemos también hacer que nuestra Galilea de hoy, de mañana, sea un poco más como Jesús quería que fuera: un lugar y un tiempo de justicia, alegría y amor.

Hoy la tierra se llena de velas encendidas que simbolizan que el Resucitado vive entre nosotros. Esas velas permaneceran encencidas a lo largo del año para iluminar nuestro camino. A pesar de que haya sombras y la noche nos alcance, la luz del Resucitado nos ilumniará el camino y nos acompañará hasta el final del camino.

¡Cristo ha resucitado! Aleluyas y Felicidades para todos.

Hasta la próxima, suerte y bendiciones.

viernes, 2 de abril de 2010

En el monte Calvario...


Tras su prendimiento, Jesús pasa su última noche entre interrogatorios ante el Sanedrín, Herodes y la tortura que le infligen los romanos. Cuando ya amanecía, es conducido al final del camino, al monte Gólgota a las afueras de Jerusalén. Allí, a la vista de todos, para que su muerte sirva de escarmiento a todos aquellos que osen oponerse o enfrentarse al poder establecido, está la cruz de Jesús.

La cruz de Jesús se convierte en la mañana del Viernes Santo en un signo de coherencia a la voluntad de Dios. La muerte de Jesús es un crimen y una injusticia. No es voluntad de Dios que su Hijo muera como un maldito, colgado del madero. Sin embargo, Jesús acepta su final para dejar claro que es fiel a Dios, a su mensaje de liberación del hombre a través del amor y la justicia.

En el sufrimiento de la cruz encontramos la solidaridad de Jesús con el sufrimiento de los hombres y mujeres de todos los tiempos. En la cruz, Jesús acoge las injusticias y los dolores que los últimos de la tierra padecen.

Los relatos de la cruz, nos dejan imágenes bellas y sorprendentes: Jesús perdona a sus malhechores, reune a su madre y a su discípulo amado, promete al buen ladrón el Reino de su Padre; son estampas que rebosan amor y perdón.

Las últimas palabras de Jesús encomiendan su espíritu al Padre. Queda en manos de Dios la suerte de Jesús. Su hijo ha dado todo, sin reservas, ha entregado la vida en el proyecto de su Padre. Ahora el Padre tiene la palabra. Llega el Sábado y el silencio cubrirá la tierra. Habrá que esperar a la mañana del Domingo.

Desde este blog, creemos y esperamos.

Hasta la próxima, suerte y bendiciones.

jueves, 1 de abril de 2010

En la tarde-noche del Jueves Santo


En la última tarde de Jesús de Nazaret ocurrieron cosas muy importantes y muy interesantes. La tarde del Jueves Santo es testigo de un amor grande, de una medida generosa, de una entrega sin límites, pero también es testigo de un abandono terrible y del comienzo de la pasión de Jesús.

Jesús se encuentra con sus discípulos para celebrar, como todo buen judío, la Pascua. Recuerdan la liberación de su pueblo de la esclavitud de Egipto. Jesús en medio de la cena, partirá el pan y ofrecerá el vino a sus discípulos como símbolo de su entrega sin reservas. Jesús les deja un recuerdo de lo que ellos deberán hacer para recordarle: partirse y repartirse por amor a los demás. Pero, no sólo parte y reparte el pan y el vino, también, para sorpresa de todos, Jesús realiza el gesto de lavar los pies a los discípulos. La sala donde cenaban se llenó de una luz hermosa: el amor y el servicio. Los discípulos se convierten en alumnos privilegiados en la escuela de amor que es el Cenáculo, donde Jesús es el Maestro con mayúsculas.

Tras ésto, Jesús sale a rezar. Va al monte de los Olivos, allí siente la tentación de abandonar. Seguir en el camino de llevar adelante el proyecto de Dios o abandonar. Jesús era consciente de que tenía a mucha gente en contra, que los fariseos, los escribas, los poderosos de su tiempo se estaban organizando para acabar con él. Es un momento delicado y complicado. Al final, opta por seguir adelante, por ir hasta el final con todos sus consecuencias. Tiene a sus discípulos, juntos lo lograrán.

Sin embargo, los poderosos han actuado rápido y, aliados con Judas, se presentan en el huerto y arrestan a Jesús y los discípulos, los que hubieran dado la vida por Jesús, huyen dejándolo solo. Los discípulos no están a la altura de su Maestro. Sólo Pedro, lo seguirá de lejos, pero no dudará en negarlo a la mínima sospecha de que lo puedan confundir con uno de los suyos. Cae la noche sobre Jerusalén, Jesús tiene su sentencia escrita.

De la tarde del Jueves Santo, nos quedamos con el gesto del lavatorio de los pies. El gesto más impresionante de los que Jesús hizo a lo largo de su vida. El gesto que se convirtió en el primer paso de un camino de solidaridad y amor que, aún hoy, muchos recorren cuando se ponen de parte de los más pequeños y pobres de la tierra.

La Eucaristía y el lavatorio de los pies son, en la tarde del Jueves Santo, la invitación de Jesús de Nazaret a recorrer el camino del amor y el servicio.

Hasta la próxima, suerte y bendiciones.