Hoy domingo hemos tenido un día estupendo. El frío de los días pasados nos ha dado una tregua y el sol ha reconstituido a todos los que se han decidido a salir a pasear.
Desde hace dos meses no salía con mi amiga la "bici" a pasear o al trabajo debido al frío y la lluvia. Sin embargo, hoy me he decidido al ver el día tan bueno y nos hemos vuelto a reencontrar. Hemos dado un paseo por todo el perímetro de la ciudad contemplando el mar y como los rayos del sol del atardecer potenciaban los colores de la ciudad.
Ha sido un paseo tranquilo y no muy largo, cuando el mar ha acogido al astro rey, la tarde se ha enfriado y hemos vuelto a casa. Los reencuentros tienen una belleza de nostalgia y de esperanza. Aún recuerdo aquella bici de la que me separaron hace unos años. Mi amiga actual ya lleva conmigo un par de años. Llegó gracias a la persona más especial de mi vida y por eso en ella confluyen dos amores. Rezo para que ambos sigan conmigo mucho, mucho tiempo.
Hoy ha sido el reencuentro, brindo por muchos días juntos en los meses venideros.
Hasta la próxima, suerte y bendiciones.