
martes, 28 de septiembre de 2010
¡Qué viene "el fósil"!

sábado, 25 de septiembre de 2010
Un nuevo otoño...

martes, 21 de septiembre de 2010
Bancos de ciudad...

domingo, 12 de septiembre de 2010
Diario de a bordo (5). Epílogo.
miércoles, 8 de septiembre de 2010
Diario de a bordo (4). Mykonos y Atenas


martes, 7 de septiembre de 2010
Diario de a bordo (3). Rodas, Éfeso y Estambul

El siguiente alto en el camino ha sido el puerto de Izmir (Esmirna). Desde allí nos hemos dirigido a Éfeso. Las ruinas de lo que fue una de las ciudades más importantes del Asia Menor se conservan en un estado más que óptimo. El guía que nos ha acogido y acompañado en la visita nos ha ido explicando como nació y se desarrolló esta ciudad desde la época de Alejandro Magno hasta su decadencia en el siglo II de nuestra era. Se conservan en muy buen estado, el odeón (parlamento de la época), el teatro de la ciudad (aún hoy hay festivales de verano y tiene una capacidad de 25.000 personas), la calle principal y las casas de los comerciantes, las letrinas y diversos templos y fuentes, pero sobre todo la biblioteca de Celso, la tercera en importancia de la antigüedad después de la de Alejandría y Pérgamo.
Al día siguiente, nuestro barco hizo escala en Estambul. La entrada por el Bósforo ha sido espectacular. No voy a intentar describirla, no alcanzaría a casar la realidad con las palabras. Minaretes, cúpulas, torres, puentes, palacios, todo se mezcla ante nuestros ojos mientras avanzamos hasta el puente Gálata junto a cuyo puerto atracamos. Me he acordado de Sebastián y de Pili que pasaron su luna de miel aquí. ¡Qué buena elección! Visitamos la Mezquita Azul, Aya Sofía, Topkapi, el Gran Bazar, donde nos divertimos de lo lindo regateando. Al principio, nos dio un poco de corte, pero luego, nos soltamos y hicimos unas compras muy “turcas”. La estancia en Estambul ha sido muy corta. Nos hemos prometido volver con más tiempo y poder pasear sus calles, visitar las joyas que esconde y vivir Estambul más intensamente.
lunes, 6 de septiembre de 2010
Diario de a bordo (2). Santorini

Es nuestro primer amanecer en el barco. Lo ha hecho muy temprano, pero ya estaba despierto cuando salieron los primeros rayos de sol sobre las montañas de Santorini. El Mediterráneo estaba gris, pero cuando el sol ha ganado altura se ha tornado tan azul que parecía violeta.
Cuando hemos fondeado frente a Thira, capital de Santorini, la isla nos ha parecido de ensueño. La explosión del volcán en el siglo XVI a.C. le dio la imagen que vemos en la actualidad: una isla con forma de media luna en cuya parte interior emergen pequeñas islas. Las dos poblaciones más importantes, Thira y Oia, se encuentran en lo alto de la isla, sobre los vertiginosos acantilados que dejó el volcán al erupcionar.
Hemos desembarcado en unas lanchas ligeras y, tras subir en el funicular, hemos tomado el bus para Oia. La visita ha sido una experiencia maravillosa. Cúpulas azules sobre casa blancas, fachadas de colores sobre el cielo azul, terrazas con vistas a los acantilados, calles estrechas cubiertas de buganvillas de intensos colores, tiendas de artesanía llenas de encanto y originalidad. Tengo que reconocer que ha superado todas nuestras expectativas. Por mis amigas, Nina y Olga sabía que la isla era de ensueño. Ahora, puedo afirmar con ellas, que son el paraíso del Egeo. Tras el paseo por Oia hemos vuelto a Thira donde hemos visitado la Catedral dedicada a San Juan Bautista y, tras encender dos velitas, una por Ana y otra por Daniel y Mamen, hemos vuelto al barco.
Escribo esta entrada mientras el barco deja atrás las islas de Santorini. Ha puesto rumbo a Rodas. Llegaremos mañana al amanecer. Estoy feliz. Navegar me relaja. El mar es buen amigo.
Hasta la próxima, suerte y bendiciones.