El domingo 28 de noviembre comienza el tiempo de Adviento. Para los cristianos, las cuatro semanas que dura este período, son un tiempo de preparación y un anuncio de que se acerca la Navidad. Sin embargo, desde hace tiempo, al Adviento se le adelantan otros elementos muy diferentes a los que los cristianos reconocemos como los verdaderos anunciadores de la Navidad. Desde finales de octubre, los dulces navideños están expuestos en los supermercados, desde mediados de noviembre las calles aparecen llenas, aunque apagadas aún, de bombillas formando imágenes de inspiración navideña. Igualmente, las tiendas de "regalos" rebosan de adornos navideños, llegan los primeros e-mails con los menús de las cenas de empresa, y así, todo nos avisa que la Navidad está a la vuelta de la esquina. Pero ¿qué Navidad es esa que se anuncia?
Frente a tanta bombilla, tanto dulce, tanto adorno, el Adviento nos ofrece un tiempo precioso de nuevas oportunidades, de nuevos comienzos, de nuevos caminos. Las bombillas podrían convertirse en cuatro velas de la corona de Adviento, pues el Niño que nacerá es la Luz que iluminará todas nuestras sombras y tinieblas. Los e-mails llenos de comilonas podrían convertirse en oraciones y deseos de cambio y mejora, los dulces podrían trocarse en obras de justicia y solidaridad, los adornos en signos de fraternidad y hermandad y así, la Navidad que llega nos encontrará preparados para celebrarla en su verdadero sentido.
El mes de diciembre es, por tanto, un mes de esperanza y novedades. Un mes de espera de una venida que nos llenará de una alegría y una paz que nos acompañará el resto del año.
Buen Adviento, hasta la próxima, suerte y bendiciones.
1 comentario:
Me gusta la receta alternativa de adviento que planteas Antonio, me pongo a cocinarla desde hoy mismo!!
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