Hace unos días, nuestro sobrino Andrés cumplió cuatro años. Lo celebramos, como siempre, con tarta, regalos y familia. Parece que fue ayer cuando este pequeñín consiguió, después de un par de días de lucha, salir del vientre materno (al que por cierto, dejó un poco perjudicado). Desde el minuto 0, sus ojos estuvieron muy muy abiertos y curiosos a cuanto sucedía a su alrededor y, os puedo asegurar, que en eso no ha cambiado nada, no se le pasa una. Andresito es muy alegre y divertido, además de curioso. Siempre hay dibujada una sonrisa en su cara y siempre hay algo por lo que preguntar. Tiene dos pasiones bien diferentes: su primo Antonio Juan y los dinosaurios. Con su primo, nuestro hijo, juega incansablemente y le secunda en todo lo que éste le propone, es su fan más incondicional. A los dinosaurios ya los distingue y clasifica y tiene proyectado ir al Museo de Ciencias Naturales de Madrid para ver un esqueleto a tamaño natural. Le encanta la naturaleza y la vive intensamente cuando va con sus abuelos a Conil, allí ayuda a recoger patatas, lechugas, cebollas, etc. y luego se muestra orgulloso de su trabajo.
A nuestra familia este niño ha llegado como un chorro de alegría e ilusión. Le queremos muchísimo, es nuestro gran pequeñín, y desde este blog, queremos desearte que cumpla muchos años más y por supuesto, que nosotros lo veamos. ¡¡Felicidades Andrés!!
Hasta la próxima, suerte y bendiciones.
Hasta la próxima, suerte y bendiciones.
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