Acabamos de volver del cine de ver la última película de Harry Potter. Nos ha gustado a los tres y, como lector de los siete libros y espectador de las ocho películas, puedo decir que el final resulta un estupendo broche de oro a una saga tan mágica como literaria y cinematográfica. Vaya por delante la certeza que casi ningún libro está bien adaptado al cine, y que las obras de J.K. Rowling no iban a ser una excepción, pero, a pesar de eso, y salvo un par de películas, creo que la mayoría pueden aprobar.
El niño que vivió es, como todos os suponéis, Harry Potter, que misteriosamente sobrevive al ataque del mago tenebroso Lord Voldemort cuando era un bebé. El amor de su madre hace que el hechizo asesino no tenga efecto sobre él y, a partir de ahí, cuidado por parte de la comunidad mágica su vida transcurre preparándose para la batalla final. Entre una y otra, hay todo un universo, divertido a veces, dramático en otras, que ha encandilado a millones de personas en todo el mundo.
Harry Potter llegó a mi vida provocado por la curiosidad de saber por qué del éxito de sus libros allá por el año 2001. Leí el primero y luego el segundo, y así uno tras otro hasta el final. Luego vinieron las películas y por último, los juegos de la playstation en su versión Lego que he compartido con mi hijo. Él no se aficionó al niño mago hasta que lo conoció a través del juego de la PS3, luego ha ido viendo las películas y, ahora ha decidido comenzar a leer los libros. En cierto modo, hay una conexión entre Harry Potter y mi hijo. Ambos únicos, los dos son niños que "vivieron" cuando lo que todo presagiaba era que no lo hicieran. Sus madres los "encantaron" para que la vida no los dejara, para que siguieran adelante.
Hoy ha llegado el final. Bueno, no creo, ambos niños tienen aún mucha magia que hacer, especialmente, y no por que yo sea su padre, el mío.
Por último, y teniendo en cuenta que acabamos de volver de allí, nos ha hecho especial ilusión ver Londres en la gran pantalla, siendo sobrevolada por magos y escobas.
Untill next time, luck and blessings...
2 comentarios:
Me ha encantado la peli, pero más me ha gustado lo que has escrito en tu blog, no obstante, si jugamos a las siete diferencias, entre ambas fotos y ambos niños, encontramos alguna más, no te parece?
Pues lo mejor del Jarri Potas para mí es la foto de Antoñito, la verdad. Yo vi la peli este verano con mis sobrinos (ver Vistas Personales) y casi muero de sopor. Pero tiene que haber de todo, ¿no?
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