jueves, 24 de diciembre de 2015

Feliz Navidad para todos...


Queridos amigos y amigas del mundo mundial:

Antes que nada ¡Feliz Navidad! para todos y todas, para los que veo diariamente y para aquellos a los que la vida ha puesto a decenas, centenas o miles de kilómetros. La Navidad tiene ese privilegio, es universal y llega a todos, allí donde estén.

En segundo lugar, desearos que la vida os vaya bonita en estos días y, por supuesto, todo el resto del año próximo. Que despistéis a la tristeza, la ira y el miedo todo lo que podáis y os dejéis alcanzar por la alegría con la mayor frecuencia posible. Y cuando no sea así, que tengáis a alguien, en quien descansar vuestra cabeza. 

En tercer lugar, y no por ello menos importante, os deseo que vosotros hagáis la vida bonita a los que tenéis a vuestro alrededor. Si conseguís eso, tenéis ganada gran parte de la carrera de la vida. El premio es una sonrisa y una gran tranquilidad de conciencia.

Por último, queridos amigos y amigas, os pido solo una cosa, cuidad el planeta, para que el año que va a llegar podamos tener un lugar donde poder construir un futuro para todos.

La foto de arriba es el Nacimiento que hemos puesto en casa, pero para darle un poco de vidilla a la entrada os dejo un vídeo que he encontrado en la red que despierta un poco la emoción. Espero que os guste y, de nuevo, ¡Feliz Navidad!


A más ver, suerte y bendiciones.

sábado, 11 de abril de 2015

El Ministerio del Tiempo


No voy a ayudar a promocionar esta serie de TVE si dedico esta entrada a "El Ministerio del Tiempo". Por Facebook y Twitter ya me declaré seguidor de la misma, así que lo único que pretendo con esta entrada es dejar más constancia de mi clara rendición ante la propuesta de ficción histórica más novedosa de la programación televisiva de los últimos tiempos.

La serie que nos ocupa es una clara opción por la calidad en la programación de la cadena pública. Aunque, si bien, la apuesta por su realización fue clara, la defensa de la serie en sus inicios fue más que discutible. Sus cambios de día y horario no demostraban mucha confianza en ella. Sin embargo, la serie arraigó desde antes de su estreno y las redes sociales la han convertido en viral y reina indiscutible de este primer semestre del año.

Pero, ¿qué ha hecho de "El Ministerio del Tiempo" una joya televisiva? Pues, sinceramente, a mí me parece que todo. Si cito a algún elemento antes que otro, seguro que caeré en la traición, pero no me queda más remedio que traer aquí al magnífico elenco de actores que sostienen a los personajes de la serie: Rodolfo Sancho, Nacho Fresneda, Aura Garrido, Cayetana Guillén Cuervo... y, por favor, Jaime Blanch, Juan Gea y Francisca Pichón, y, claro, también a los "secundarios de oro" que interpretan a Velázquez, Lope de Vega, Spínola, entre otros...

Pero únicamente, un buen reparto, no garantiza la calidad de una serie. En este caso, a la altura de los actores están el guión, el decorado, el vestuario, la historia con mayúsculas, el humor... La Castilla de la Inquisición, la Hendaya de Franco y Hitler, la España de Lope de Vega, la Salamanca del Lazarillo y el Madrid de los ochenta han acogido a los funcionarios ministeriales más valorados por los televidentes. ¿Quién no ha soñado alguna vez viajar por el tiempo? ¿No habrá sido ese sueño colectivo una de las claves para enganchar con el público?

Creo que la suma de todo esto ha logrado (y los "twiteros", "facebookeros" y demás "eros") que, a pesar de las reticencias de los gerifaltes de Televisión Española, se haya logrado la firma de una segunda temporada, espero que tercera, cuarta y hasta el infinito y más allá.

El lunes acaba la primera temporada, muchos quedaremos tristes y apenados por no poder seguir gozando, semana tras semana, de esta magnífica serie.

Por cierto, para ¿cuándo oposiciones a funcionario de El Ministerio del Tiempo? Porque me pienso presentar el primero.

Hasta la segunda temporada, suerte y bendiciones.

lunes, 2 de febrero de 2015

Primero se llevaron a los judíos...


Los titulares de los últimos días han destacado el auge electoral del partido "neonazi" en Grecia, tercera fuerza política, y el ascenso de la ultra derecha en Francia. No puedo dejar de reconocer que ambas noticias me causan cierta inquietud y preocupación.

Se acaba de celebrar el 70 aniversario de la liberación del campo de concentración Auschwitz, y solo la remota posibilidad de que, en algún país europeo, un partido de ideología nazi, pudiera volver a participar del gobierno o que alcanzara a gobernar creo que nos debería hacer reflexionar qué está pasando y hacia dónde vamos.

Últimamente, se olvida, y las nuevas generaciones casi desconocen, qué ocurrió en Alemania en los años treinta y, en Europa, en los cuarenta y, como millones de personas desaparecieron en uno de los exterminios más crueles de la historia de la humanidad.

¿En qué momento de la historia hemos dejado de ser conscientes de que olvidar o ignorar el pasado es casi condenarnos a repetirlo? 

Bertolt Brecht escribió por el año 1933: "Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó. Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó. Luego se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero tampoco me importó. Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no era intelectual, tampoco me importó. Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó. Ahora vienen a por mí, pero ya es demasiado tarde".

Confío en que la cordura, la educación y el sentido de humanidad recuperen el lugar que les corresponde y alejen, de nuestras sociedades, cualquier atisbo de ideología totalitaria que excluye y aniquila aquello que no es afín o igual.

Hasta la próxima, suerte y bendiciones.

miércoles, 14 de enero de 2015

Años, cumpleaños, años...


Al despertar, lo atribuí, primero al delirio de la fiebre, luego a mi desencuentro existencial con los números y, finalmente, rendido a la evidencia de que el tiempo no se detiene, he asumido que, hoy 14 de enero, he cumplido, para mí y toda la humanidad, 48 años. Ahí queda eso.

El móvil, al vibrar con la primera notificación de Facebook, me confirmó que, ya era público mi abandono de los 47, y que tendría que empezar a afirmar que los 48 son una edad maravillosa. Lo son y si no, ya me encargaré yo de que lo sean.

Cumplir años es, siempre, una oportunidad de avanzar, de conocer nuevas realidades, nuevas posibilidades. Es mejor aprovecharlas, no resistirse.  Por muchos que se haya buscado, investigado y experimentado, luchar contra el tiempo es comenzar la batalla perdiendo.

Cumplir años es, también, una forma de tomar conciencia de que somos perecederos, que tenemos fecha de caducidad, que estamos de paso. Es un recordatorio de que debemos aprovechar cada minuto, cada segundo, para darle a nuestra vida profundidad y sentido.

Pero no nos pongamos profundos, esta entrada más que una reflexión, quiere ser una reivindicación de los cumpleaños que llenan los años de vida y no de los que llenan la vida de años. Terminemos, pues, con un mensaje positivo de que vivamos plenamente, buscando la felicidad, cada uno a su manera, al fin y al cabo solo se vive una vez.

A todos los que me habéis felicitado, muchas gracias, sin vosotros los 14 de enero serían muy muy aburridos.

Hasta la próxima, suerte y bendiciones.