viernes, 20 de enero de 2012

Bienvenida, Estrella...


Cuando nació iluminó, literalmente, la vida de sus padres. Era deseada, anhelada y muy, muy esperada. Su infancia fue feliz, no podía ser de otra forma teniendo a los padres que le dieron la vida. Desde pequeñita fue una niña preocupada por los demás, siempre estaba pendiente de sus amiguitos y compañeros del cole, su madre se lo inculcó desde el principio, al fin y al cabo ella ha vivido siempre para ayudar a los demás. Su padre, amante de las tecnologías, la inició en "las maquinitas" de todo tipo. Ha navegado siempre por internet como por su propia casa y, lejos del monopolio de Windows, supo correr en libertad por los caminos del software libre. Incluso tiene, como su mamá, un blog que recibe al día muchas, muchas visitas.

Los gatitos que tenían sus papás le inspiraron para sus aficiones más queridas cuando fue creciendo. Como los gatos se llamaban Luna y Nilo, la astronomía y todo lo relacionado con Egipto fueron el resultado de tan grata y divertida compañía. 

Sin embargo, una de las experiencias más bonitas que ha tenido a lo largo de sus añitos ha sido el hecho de ver su casa llena de buenos amigos jugando horas y horas a los más extraños y novedosos juegos conocidos. Esta experiencia de convivencia ha hecho de ella una niña sociable, cosmopolita y risueña.

En realidad, esta entrada es un futurible de la vida de una niña preciosa que nació hace unas semanas. En realidad, su vida será como tenga que ser, pero yo la he imaginado así. Ciertamente, Estrella, nació el día de Reyes, no podía ser de otra forma, pues ha sido el mejor regalo que sus padres han recibido y que además se merecían, por que han sido muy, muy buenos.

Sirva esta entrada para felicitar, una vez más, a sus papás, Pili y Luis, por esa niñita tan preciosa que han traído al mundo.

Hasta la próxima, suerte y bendiciones.

domingo, 8 de enero de 2012

Tiempo ordinario...


Termina, hoy domingo ocho de enero, fiesta del Bautismo de Señor, el llamado "ciclo de la Navidad". Después de dos semanas de celebraciones y buenos deseos para todos, toca retomar el ritmo ordinario de la vida. Muchos dicen que la Navidad debería durar todo el año, y estoy de acuerdo, por que entiendo que lo que quieren decir es que, si la Navidad durara todo el año, la vida cotidiana estaría llena de amabilidad, felicidad, y solidaridad. 

Y ¿qué nos impide hacer realidad este pensamiento? En realidad, nada. Mañana lunes o el martes, es un día tan estupendo como el 25 de diciembre para sonreír al vecino al salir de casa, de ayudar al compañero de clase o trabajo cuando te lo pida, o mejor cuando veas que lo necesita, de desearle paz y felicidad a los amigos y de seguir acordándote en tu vida cotidiana de los que lo están pasando mal. Mañana y pasado y el otro, hasta llegar a la próxima Navidad, son días perfectos y llenos de posibilidades para seguir haciendo que cualquier día, aunque ya no haya árboles con luces y guirnaldas, sea Navidad.

Vamos a probar, al menos hagamos el intento, y aunque ya no tomemos polvorones, mazapanes y pestiños, sigamos haciendo que el espíritu de la Navidad siga vivo los doce meses que va a durar este 2012 que vamos vivir juntos.

Hasta la próxima, suerte y bendiciones.

martes, 3 de enero de 2012

En el puerto de Málaga...


Nos hemos venido a Málaga, una vez recibido el año nuevo, para descansar unos días y conocer esta ciudad andaluza. Veníamos con la idea de que nos iba a gustar la ciudad, y no nos ha gustado, nos ha encantado. Hemos paseado por sus calles, especialmente la calle Larios y sus aledaños, hemos visitado sus monumentos, sus plazas y sus jardines, hemos visitado sus iglesias, sus librerías, sus pastelerías y sus tascas típicas. Sin embargo, quiero destacar un paseo que hemos dado esta mañana por el recién reinventado puerto de Málaga.

En marzo de 2011 se concluyó e inauguró una fantástica obra de integración del puerto de Málaga en la ciudad que le da nombre y el resultado, en mi modesta opinión, es un rotundo éxito. Sin que la actividad portuaria se haya visto mermada, quizás al contrario, la ciudad de Málaga ha sumado su puerto, con un paseo de palmeras y plazas llenas de jardines y fuentes de diseño moderno y sorprendente, como un espacio de esparcimiento nuevo para los malagueños y visitantes. Al paseo de palmeras junto al cantil del muelle que te da la bienvenida, le sigue un espacio comercial de tiendas de moda, artesanía, decoración., etc... y al espacio comercial le sigue una serie de bares y restaurantes que ponen la guinda al paseo por el puerto. De entre los establecimientos hosteleros, quiero destacar "La sureña" un lugar original y divertido, con una terraza estupenda al sol y con unas vistas espectaculares del puerto y de la ciudad al fondo, donde tomar una cerveza, o dos, y unas raciones deliciosas se convierten una opción imprescindible.

Durante mi visita al puerto de Málaga no he podido evitar pensar en el puerto de Cádiz y en su relación con la ciudad y lo comparo con el puerto de Barcelona o, en este caso, con el de Málaga, y pienso que estamos dando la espalda como ciudad a una oportunidad de reencontrarnos con un lugar fantástico para avanzar y que, aunque ahora no se contemple, el propio devenir de la ciudad lo terminará alcanzando y, entonces, aunque con años perdidos, todos podremos pasear por Cádiz y terminar al borde del mar junto a un noray en su bello puerto.

Hasta la próxima, suerte y bendiciones.