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miércoles, 1 de mayo de 2013

Bond, James Bond...


Se cumple este mes de mayo, el cincuenta aniversario del estreno en España, del primer film de James Bond que llevaba por título "Dr No". En realidad, su estreno mundial había tenido lugar en Londres, en octubre de 1962, pero como aquí todo llega con cierto retraso, el cumpleaños feliz hay que cantarlo, en español, en 2013.

James Bond se convirtió, desde su aparición en el cine, aunque ya era conocido por las novelas de Ian Fleming, en el agente secreto más famoso de todos los tiempos. Indiferente o adorado para unos, denostado por otros, es, sin embargo, y eso es indiscutible, un personaje indispensable cuando pensamos en el cine de acción de la segunda mitad del siglo XX. 

Connery, Dalton, Moore, Brosnan, Craig se han metido, con mayor o menor éxito, en la piel del espía que tiene "licencia para matar" y que, aún, sigue "al servicio secreto de su Majestad". Otros, como Orlando Bloom, Mel Gibson o Russell Crowe dejaron pasar, para bien o para mal, su oportunidad de pasar a los anales del cine como un hombre con futuro pues para él "el mañana nunca muere"

El mundo que vio nacer, para el celuloide, a James Bond era tan convulso como el que vivimos actualmente.   Ahora, es una crisis económica que arrasa con las condiciones de vida de millones de personas, entonces, una crisis nuclear entre EE.UU. y la URSS que puso al mundo al borde del abismo. En ese escenario, el espía que "solo vive dos veces" tuvo que afrontar sus propias batallas. En medio de crisis mundiales y enfrentado a grandes villanos, Bond, salió siempre triunfante y rodeado de maravillosas chicas. Ahora, en "Skyfall", su última película, a punto a estado de quedarse sin trabajo como millones de sus coetáneos. En estos tiempos en los que está el "panorama para matar" nadie estamos libres de correr graves peligros.

Viajero incansable, sus aventuras le han llevado por todo el mundo. En España también recaló. Ha visitado ciudades reales que se interpretan a sí mismas como Bilbao o ciudades que interpretan a otras, como le pasó a Cádiz que se metió en el papel de su hermana cubana. Frente a inmortales edificios de París, Estambul o Shangai o recorriendo las calles de Hong-Kong, Nueva Orleans o San Petersburgo, James Bond es, en sí mismo, una fabulosa guía de viajes.

De su paso por Cádiz, os dejo un trío fabuloso formado por el agente secreto, su chica bond y nuestra playa de La Caleta.


¡Felicidades Sr. Bond! Brindaré con un "martini con vodka, mezclado no agitado" o con una copa de Bollinger por sus próximos 50 años.

Hasta la próxima, suerte y bendiciones.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Bicicletas londinenses y gaditanas...


Londres, mi tema estrella en estas últimas entradas, es una ciudad magnífica para recorrer en bicicleta. Aparte de sus famosos autobuses de dos plantas, el metro y sus negros taxis, la bicicleta se convierte en el aliado perfecto para ir y venir sin coste añadido. Las aceras y carreteras de Londres están señalizadas para facilitar la convivencia de los peatones y los vehículos a motor con la bicicleta. Si no tienes una en propiedad o estás de visita, puedes adquirir un bono-bici que permite usar la miles de bicicletas aparcadas en cualquier lugar de la ciudad. Es tan común el uso de la bicicleta que, en muchas viviendas, los vecinos prohiben que se "aparquen" delante de sus casas o amarradas a sus verjas. De la prohibición se deduce el exceso de la práctica, y del exceso de la práctica se confirma la gran existencia de bicicleteros por Londres.

No tuve la oportunidad de pasear en bici por Londres, así que me tengo que "conformar" con hacerlo aquí en Cádiz. La gran diferencia es que mi ciudad no está en absoluto preparada para convivir con las bicicletas. Los carriles-bici son escasos e irrisorios y nos obligan a circular por las aceras o por la carretera en la mayoría de los casos. En la pasada semana, por dos veces, he ido a dar con mis huesos contra el asfalto. De la primera, casi de milagro, salí indemne, pero de la segunda no he tenido tanta suerte.

Caerse de la bicicleta va implícito en el montarse sobre ella. Nadie está exento de tan corto y doloroso viaje, sin embargo, cuando la causa es por ser víctima de un conductor que "no te ve y se cuela en una rotonda" o "meter la rueda en unos raíles (Plaza de Sevilla) que son inservibles y que ya han provocado muchas caídas anteriores", entonces, a la frustración de la caída se une la indignación de la injusticia.

Pasear en bicicleta es siempre una buena opción. Sea en Londres o Cádiz, o donde tus sueños quieran llevarte, la bicicleta se hace uno con tu cuerpo y, es tan solidaria, que cuando caes al suelo, cae contigo, y si tienes la suerte de poder levantarte, ella vuelve a sostenerte para seguir camino juntos.

Pedaleando, hasta la próxima, luck and blessings...

lunes, 1 de agosto de 2011

El niño que vivió...


Acabamos de volver del cine de ver la última película de Harry Potter. Nos ha gustado a los tres y, como lector de los siete libros y espectador de las ocho películas, puedo decir que el final resulta un estupendo broche de oro a una saga tan mágica como literaria y cinematográfica. Vaya por delante la certeza que casi ningún libro está bien adaptado al cine, y que las obras de J.K. Rowling no iban a ser una excepción, pero, a pesar de eso, y salvo un par de películas, creo que la mayoría pueden aprobar.

El niño que vivió es, como todos os suponéis, Harry Potter, que misteriosamente sobrevive al ataque del mago tenebroso Lord Voldemort cuando era un bebé. El amor de su madre hace que el hechizo asesino no tenga efecto sobre él y, a partir de ahí, cuidado por parte de la comunidad mágica su vida transcurre preparándose para la batalla final. Entre una y otra, hay todo un universo, divertido a veces, dramático en otras, que ha encandilado a millones de personas en todo el mundo.

Harry Potter llegó a mi vida provocado por la curiosidad de saber por qué del éxito de sus libros allá por el año 2001. Leí el primero y luego el segundo, y así uno tras otro hasta el final. Luego vinieron las películas y por último, los juegos de la playstation en su versión Lego que he compartido con mi hijo. Él no se aficionó al niño mago hasta que lo conoció a través del juego de la PS3, luego ha ido viendo las películas y, ahora ha decidido comenzar a leer los libros. En cierto modo, hay una conexión entre Harry Potter y mi hijo. Ambos únicos, los dos son niños que "vivieron" cuando lo que todo presagiaba era que no lo hicieran. Sus madres los "encantaron" para que la vida no los dejara, para que siguieran adelante.

Hoy ha llegado el final. Bueno, no creo, ambos niños tienen aún mucha magia que hacer, especialmente, y no por que yo sea su padre, el mío.

Por último, y teniendo en cuenta que acabamos de volver de allí, nos ha hecho especial ilusión ver Londres en la gran pantalla, siendo sobrevolada por magos y escobas.

Untill next time, luck and blessings...

viernes, 29 de julio de 2011

Views of London...


En mi última entrada os decía que, además de las maletas, a los viajes también llevamos amigos en el corazón. Bueno, tengo que decir que, a las maletas y los amigos, hay que añadir una cámara de fotos al hombro. Tengo que reconocer que dejar constancia de nuestras idas y venidas por "esos mundos de Dios", aunque de forma moderada y no compulsiva, es un clásico irrenunciable.

No alargo esta entrada con palabras. Si queréis ver algunas fotos de nuestra estancia en Londres podéis pinchar aquí: Views of London.

Untill next time, luck and blessings...

PD: En la foto, periodistas gráficos cubriendo la comparecencia de James Cameron en el Parlamento por el caso Murdoch.

miércoles, 27 de julio de 2011

Amigos en San Martin in the Fields

Cuando viajamos, no solo llevamos maletas, también llevamos a nuestros amigos en el corazón y, de alguna manera o de otra, se hacen presentes en alguno de los lugares que visitamos.
Tenía claro qué quería ver en Londres. No podía dejar de contemplar la Abadía de Westminster, la "Venus del espejo" en la National Gallery, los mercadillos de Portobello Road y Camden Town y, especialmente, la iglesia de San Martin in the Fields en Trafalgar Square. Es en este lugar donde se hicieron presentes, en mi corazón, más amigos en Londres.
San Martin in the Fields es una iglesia construida a finales del siglo XVIII cuando aún no existía Trafalgar Square, lugar donde hoy podemos encontrarla. En ese tiempo, el paraje era un campo a las afueras de Londres, de ahí su nombre (San Martin "en los campos"). La actual parroquia es conocida en Londres por su labor humanitaria, dedica gran parte de su trabajo pastoral al cuidado de las personas sin hogar. Es famosa también por su dedicación a la música. Su acústica es fabulosa y, por esa razón, la Academia de San Martín in the Fields eligió este templo para celebrar allí, en el año 1959, su primer concierto público. En la actualidad, casi todos los días hay algún concierto entre sus muros. Por último, los londinenses le deben a San Martin in the Fields un agradecimiento por ser un centro de espiritualidad y silencio en medio del bullicio de Trafalgar Square y de Londres. Sus puertas siempre están abiertas desde que, durante la I Guerra Mundial, sus clérigos acogieran en ella a soldados y exiliados sin hogar retornados a Inglaterra.
Por la primera razón, el cuidado y atención a las personas sin hogar, recé. Por la segunda razón, la música, aparecieron Israel y Daniel, los "kapellmeister" de la Escolanía San Juan Bosco. Con Daniel, además de la música, tengo el gusto también de compartir la fe y por ello, siendo San Martin in the Fields un lugar de música y oración su presencia se hizo especialmente significativa. Quien no tuvo que hacerse presente fue mi amigo Juan Antonio por que estaba allí, junto a mí, disfrutando de tan maravillosa experiencia. Por el resto de los paisajes de Londres que fuimos visitando más amigos fueron apareciendo uno tras otro, especialmente mi amiga Elena, enamorada siempre de Londres y por ser mi primera guía virtual, una noche lluviosa, en una terraza de Madrid.
Cuando viajamos, no solo llevamos maletas, también llevamos a nuestros amigos en el corazón y, de alguna manera o de otra, se hacen presentes en algunos de los lugares que visitamos. Las maletas pesan, los amigos no y, cuando estamos lejos, sentirlos cerca completan eso que nos falta en el paisaje y que hace que todo sea perfecto.
Untill next time, luck and blessings...

lunes, 25 de julio de 2011

London is perfect...


Londres nos esperaba con los brazos abiertos pero con el cielo lleno de nubes. Desde el momento que aterrizamos la lluvia nos hizo de guía hasta el tercer día de nuestra estancia. Un poco incómoda, la lluvia en Londres es como el día al sol, así que, paraguas en mano, la incorporamos a nuestra visita como una atracción más.

La capital del Reino Unido de la Gran Bretaña no tiene comparación con ninguna de las ciudades que conozco pero, sin lugar a dudas, es una "city" con mayúsculas. La he encontrado fantástica. Confieso que me rendí a ella mucho antes de llegar, pero no imaginaba que me iba a encontrar tan cómodo, tan a gusto y tan integrado. Me han gustado sus calles, sus plazas, sus edificios, sus iglesias, en definitiva, me ha gustado todo, al menos lo que he tenido la oportunidad de conocer y visitar. Supongo que, como todas las ciudades de mundo, Londres tendrá sus zonas oscuras y grises, pero yo, en esta ocasión, no las he visto.

Mis nociones de inglés son muy básicas, y tenía serias dudas de cómo hacerme entender y como comprender en inglés. El primer encuentro no fue muy satisfactorio, no me enteré de nada, pero la segunda vez ya no salí tan dañado como la primera y el don de lenguas empezó a despertar. Es cierto que con las palabras “sorry” y “thank you” ya tienes gran parte ganado, pero hemos tenido que aprender más para poder salir airosos. ¡Qué verdad es que la necesidad agudiza el ingenio! En dos días ya sabíamos cómo se pedían las cosas, los precios y como preguntar cómo ir a un lugar que nos interesara. Y os tengo que confesar que ahora que he vuelto me hubiera quedado más tiempo para seguir aprendiendo inglés.

Samuel Johnson (1709-1785), para algunos la segunda figura literaria británica más importante después de Shakespeare, dejó escrito "when a man is tired of London he is tired of the life; for there is in London all that Live can afford..." (cuando un hombre está cansado de Londres, está cansado de la vida, pues allí se encuentra todo lo que la vida puede ofrecer). Tres siglos después, doy fe de que la frase sigue vigente o más si cabe. Museos, teatros, parques, monumentos, pubs, mercadillos… Londres ofrece al visitante y, por supuesto, al londinense, una gama tan amplia de posibilidades que la ciudad se convierte en una ciudad multicultural y cosmopolita, pues allí confluyen millones de personas a lo largo del año llegadas de todos los rincones del globo.

No soy capaz de resumir nuestra semana en Londres. Es mucho Londres para tan poco blog. Próximas entradas contarán más de esta estupenda e interesante experiencia.

Untill next time, luck and blessings…

jueves, 30 de junio de 2011

De calores, veranos y viajes...


El verano se ha instalado en Cádiz, al igual que en el resto de España, de manera brutal. El viento de levante y las temperaturas que rondan los 35º nos han sumido en terrible estado de pesadez. Los que ya están de vacaciones pueden intentar burlar el calor con baños en la playa, los que aún debemos ir a trabajar debemos someternos a la tiranía del calor.

Sin embargo, el verano trae también para muchos la posibilidad de escapar a otras latitudes, marchar a otros mundos, que como decía el poeta francés Paul Éluard, están en éste. El año pasado migré de "Esparta a Atenas", pero el calor se vino con nosotros, o mejor dicho, nos esperaba allí. Este año vamos a intentar burlarlo huyendo hacia el norte, en concreto nos vamos, junto a unos amigos, a Londres. Para nosotros es una verdadera aventura. A nuestro hijo le hace una ilusión bárbara, aunque a su madre y a mí, el hablar más "gibraltareño" que inglés, nos hace estar en cierta tensión. Pero me da igual, no voy a esperar a hablar correctamente el idioma de los hijos de la Gran Bretaña para intentar "conquistar" a la pérfida Albión.

Otros destinos han elegido el resto de nuestros amigos, unos prefieren lugares más cercanos, más nacionales, otros han preferido acercarse a Italia y otros han elegido París. Ah, París, de buena gana les hubiera acompañado. Siempre que alguno de mis amigos va a la ciudad de las luces vuelven a mí la ganas de volver. No debería dejar pasar más tiempo para recordar sus calles, sus plazas, sus puentes, sus iglesias. París es siempre una fantástica opción.

En fin, buen viaje, buenas vacaciones y buen verano a todos. No olvidéis que el verano es un tiempo lleno de oportunidades y posibilidades.

Hasta la próxima, suerte y bendiciones.