viernes, 29 de agosto de 2008

En la sierra de Aracena...


No hay nada mejor para desconectar al comienzo de las vacaciones que alejarse del entorno habitual. Para nuestra escapada de fin de verano decidimos acercarnos a la Sierra de Aracena, concretamente al pequeño pueblecito de Galaroza. Hemos vuelto encantados. Tanto el pequeño hotel rural http://www.hotelgalaroza.com/ como los parajes que hemos visitado nos han dejado muy buen sabor de boca. A menos de tres horas de carretera desde Cádiz, la Sierra de Aracena nos ha ofrecido una serie de atractivos que hace que os la recomiende para una escapadita en cualquier época del año. Buen clima, buena comida (especialmente a los que les gusten los ibéricos), buen paisaje, buena gente...

En medio del descanso decidimos visitar la gruta de las maravillas que existen en Aracena. El recorrido dura unos cincuenta minutos que se hacen más que cortos pues la experiencia es tan sorprendente que el tiempo pasa sin sentir. A cientos de metros bajo tierra, contemplar las formaciones geológicas datadas hace miles de años hacen que nos consideremos casi intrusos. Los lagos subterráneos, las caprichosas formas y colores de la piedra, nos trasladan a otro mundo.

Nuestro viaje se completó con la visita al Parque Minero de Riotinto. La explotación minera de este paraje está tejida con la historia de miles de hombres y mujeres que dejaron allí la vida para que el mineral viera la luz del sol. De entre los años que la mina estuvo en activa existe una época que resulta ofensiva al visitante. Se trata del período en la que los ingleses explotaron tanto la mina como a los mineros. Todo se puede ver en el Museo Minero, en la mina Peña de Hierro y en la casa victoriana del barrio inglés de Bella Vista.

Si tenéis unos días libres la Sierra de Aracena os está esperando.

Hasta la próxima. Suerte y bendiciones.

domingo, 17 de agosto de 2008

Carranza Barbecue Party


Un año más el Trofeo Carranza deja tras de sí una jornada de barbacoas playeras. Por suerte o por desgracia, desde mi ventana puedo contemplar todo el dispositivo de preparación de esta "fiesta", su desarrollo y sus consecuencias. Durante toda la mañana pandillas de jóvenes y menos jóvenes van plantando sus sombrillas y banderas en la playa para tomar posiciones. A lo largo de la tarde, los encargados del avituallamiento van apareciendo con las sillas, las neveras, las barbacoas y bebidas. Y cuando cae el sol empieza el espectáculo. Se encienden las barbacoas y el humo de los pinchitos, los filetitos y salchichas inundan el cielo de Cádiz y las viviendas de los que por aquí vivimos. Hasta aquí, bueno, podría pensarse que, si todo acabara ahí, no estaría mal. Sin embargo, a menudo que avanza la noche, la cosa se va complicando. Las pandillas de los rezagados jalean las calles que dan acceso a la playa. Colas de coches con ingenuos conductores buscan inútilmente aparcamiento. Pero lo peor está por llegar. Sobre la medianoche, las cervezas y tintos de verano que se han bebido buscan la salida natural de su cuerpo y ¿dónde hacerlo? pues la respuesta es debajo de mi ventana. Hasta altas horas de la madrugada mi calle se convierte en el aliviadero público más concurrido de la noche. Luego vendrá el éxodo. Sobre las seis de la mañana el altavoz de la playa invita educadamente a los asistentes a abandonar la playa. A grito pelado ellos dejan la fiesta y nosotros el sueño. El ruido de las motos, los gritos, las carcajadas completan el amanecer del día de hoy. Y de postre tenemos el olor al abrir la ventana por la mañana y, lo que, al principio, era olor a pinchitos y filetitos ahora se ha convertido en algo menos mencionable. Como noticia de última hora, mi mujer que acaba de volver de la farmacia me cuenta que, por segundo año consecutivo, el cristal del portal de mi casa ha amanecido hecho añicos.

Así lo vivimos nosotros. Otros que opinen sobre lo divertido que son las barbacoas, lo beneficioso que es para la ciudad, para la hostelería y para el Ayuntamiento.

Por cierto, enhorabuena al Cádiz C.F. por su Trofeo.

Hasta la próxima. Suerte y bendiciones.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Un paseo con Celestino Mutis

Ayer por la noche tuve la suerte de dar un paseito con mi madre, con Celestino Mutis y otros amigos suyos por el Parque Genovés de Cádiz. Organizado por el Ayuntamiento de Cádiz el Parque Genovés acoge los martes por la tarde-noche unas visitas guiadas por todo el recinto de parque. La visita resultó realmente simpática y educativa. Con un sentido del humor fino y ocurrente los diferentes personajes que nos acompañaron por todo el recorrido nos descubrieron el Parque que conocemos de toda la vida pero del que, en realidad, no tenemos ni idea. Un duende un poco vacilón, el ilustre botánico Mutis, un poeta que ha perdido a su musa, la musa que aparece en la gruta... y así toda una serie de ..., ejem, bueno, mejor no se lo cuento, vayan ustedes mismos. Es gratis y a la fresquita. Todos los martes al caer la tarde en el Parque Genovés. A mí, una de las cosas que me pareció más divertida fue ver a tanta gente, de tantos sitios, de tantas edades, aprender y reirse a la vez.

PD.: Los actores que realizan la teatralización de la visita son jóvenes de Cádiz pertenecientes a una empresa llamada De ida y vuelta. Tienen más rutas. Lo podéis ver en http://www.deidayvuelta.com/

Hasta la próxima. Suerte y bendiciones.

lunes, 11 de agosto de 2008

Ruta de la Sal


El pasado sábado tuve la oportunidad, invitado por un buen amigo, de recorrer, junto a mi familia, en la localidad de San Fernando (Cádiz) la Ruta de la Sal. Nos resultó muy interesante todo el recorrido, todo lo contemplado y todo lo degustado (hay varias degustaciones a lo largo de la ruta). La vista desde el autobus de dos plantas resulta muy novedosa y atractiva. A los que les gusten los paisajes extremos les sugiero que se aventuren en esta ruta. Para todos los que estéis interesados en tener la misma experiencia podéis visitar la web de la empresa que organiza esta visita turística http://www.compuertas.es/

Después de llevar cuarenta años convivivendo con el paisaje de las salinas no puede más que resultarme curioso que no conozcamos más y mejor esta actividad industrial y las interioridades de este magnífico paisaje tan extendido por la Bahía de Cádiz.

Este mismo pensamiento puede hacerse extensible a tanto como tenemos a nuestro alrededor y no sabemos ver, a tantos paisajes, a tantas personas. Tendríamos que graduarnos mejor la vista para no desaprovechar tantas vistas que están ahí. No hace falta ir lejos, aunque tampoco está mal de vez en cuando irse al otro lado del mundo, para encontrar sorpresas y novedades que nos harán elevar el ánimo y el espíritu.

Hasta la próxima. Suerte y bendiciones.