jueves, 26 de abril de 2012

Bienvenido al mundo...


Hoy, 26 de abril, se cumplen dos meses desde que Antonio María, el hijo de Daniel y Mamen, vino al mundo. Dos meses de vida felices, intensos y llenos de ilusión.

Antonio nació tranquilo, de forma natural y rapidito. Tenía ganas de ver a sus papás y de contemplar un mundo que le esperaba muy expectante. Pocos días, los precisos, estuvo en el hospital, su hogar le esperaba con ganas de oir sus gorgojeos y llantitos. Un hogar lleno de luz y preparado al detalle para su nuevo y pequeño habitante.

A las pocas horas de nacer ya miraba con sus ojitos azules, regalo de su mamá, todo lo que había a su alrededor. Despierto y vivaracho, sorprende por la viveza de sus expresiones y por que te mira con interés y directamente a los ojos. Antonio es risueño, plácido y feliz, pero sobre todo es guapo, por que los hijos del amor lo son.

En su cortita vida, ya ha tenido experiencias intensas como cuando su papá le llevó a tierras lejanas a su conocer a su familia castellana o cuando ha asistido al teatro para escuchar dormitando a Beethoven, aunque la mejor experiencia hasta ahora es sentirse querido y amado por sus papás, su familia y sus amigos.

A partir de ahora, toda una vida le espera para aprovecharla a tope, con sus vivarachos ojitos observará lo bueno que el mundo contiene, con sus manitas irá moldeando su existencia con los mejores valores que sus papás le inculcarán, y con sus piececitos andará caminos de paz y de buena ventura, que le llevará lejos, muy lejos, hasta el fin del mundo si se lo propone.

Enhorabuena Antonio, bienvenido al mundo, desde este blog seguiremos con interés tu trayectoria y te deseamos larga y próspera vida y que crezcas en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres. A más ver...

Hasta la próxima, suerte y bendiciones.

sábado, 21 de abril de 2012

Apasionados...


Una vez más, mi madre me regala la posiblidad de compartir con ella en el Gran Teatro Falla el espectáculo que Pasión Vega ofrece a su público cuando viene a Cádiz.

Ana María, que así se llama Pasión, tiene el triunfo entregado desde antes de comenzar a cantar. El teatro, lleno a rebosar, sabe que se va a gastar en el escenario y que su voz no defraudará a nadie, ni a sabios ni a profanos. Entre estos últimos estoy yo, que no sigo ni escucho mucho a la artista en mi vida diaria, pero que sé que, también en esta ocasión, me gustará desde el día que me emocionó con su espectáculo "La reina del Pay-Pay".

Anoche, su voz de terciopelo, nos paseó por Málaga, por La Habana, por Lisboa y, cómo no, por Cádiz, su Cádiz que, según ella confiesa, le puede. Con unos músicos de excepción y "Sin compasión" fue interpretando su último disco, a la vez que intercalaba temas de siempre y temas míticos de la copla como "Y sin embargo, tequiero" y "La bien pagá".

El final fue un apoteósico aplauso con el teatro puesto en pie. Creo que se lo merecía pues ciertamente lució elegancia, poesía, sensualidad, simpatía, buena música y una voz prodigiosa.

Sirva esta entrada para continuar aplaudiendo sus dos horas y cuarto de buen hacer. Os dejo un vídeo con una de las canciones de su último disco: Bolero con ron que ayer cantó en el teatro con su autor, Jesús Bienvenido.


Hasta la próxima, suerte y bendiciones.

sábado, 14 de abril de 2012

Aoristo pasivo...


Aprovecho el segundo Domingo de Pascua para felicitar, desde el blog, la Pascua de Resurrección. No llego una semana tarde, la Iglesia considera tan importante el hecho de la resurrección de Jesús que el día de Pascua se extiende ocho días más como si fuera uno solo. Es la llamada "Octava de Pascua", así que ¡Feliz Pascua de Resurrección!

Tras los sucesos del Viernes y el Sábado Santo, los discípulos que no pudieron seguir a Jesús hasta la cruz están asustado y confusos. Las mujeres que sí lo siguieron están preocupadas por amortajar el cadáver. Tantas promesas, tantos anhelos han sido crucificados junto a Jesús y muerto con él. Sin embargo, no son los hombres sino Dios quien marca los designios de Jesús y Dios no ha previsto que el final de Jesús fuera el Gólgota.

Marcos, el evangelista, lo entendió muy claramente y, cuando llegó al capítulo 16 de su evangelio y se puso a escribir el capítulo donde contar la resurrección de Jesús, usó un verbo griego concreto y lo conjugo en un tiempo verbal explícito para describir este gran suceso. Me refiero al verbo "egeiro" (egeiro) que se traduce como "levantar o poner en pie". El evangelista relata que cuando las mujeres llegaron al sepulcro para embalsamar el cadáver de Jesús, el ángel que las esperaba les dice: "Cristos egerqh" (Cristos eguerze) que debe ser traducido como "Cristo ha sido levantado". Y ahí está la gran novedad, Marcos no escribió "Cristo se ha levantado" sino en la forma aoristo pasivo "ha sido levantado" por Dios. El gran protagonista del hecho de la resurrección de Jesús es Dios Padre. En Jesús, Dios nos dice que su proyecto de vida para la humanidad no ha terminado. Los poderes religiosos y políticos han querido acabar con Jesús para proteger sus intereses, pero Dios ha dicho NO. Jesús ha trasmitido la voluntad de Dios Padre que quiere la justicia, la paz y la fraternidad para todos. El poder ha querido matar a Jesús, pero Dios lo ha  resucitado de entre los muertos para validar toda su vida.

El aoristo pasivo de Marcos nos recuerda que, desde el libro del Génesis hasta nuestros días, Dios Padre ha estado siempre ahí preocupado por toda su creación y que, en Jesús de Nazaret está su palabra definitiva, que nos dice que la muerte, la oscuridad no es el final, pues en la luz del Resucitado encontramos la vida definitiva y en plenitud.

Hasta la próxima, suerte y bendiciones.

viernes, 6 de abril de 2012

El gran silencio...


El Sábado Santo se considera el día del gran silencio. Si el Viernes Santo recordamos la pasión y muerte de Jesús de Nazaret, el segundo día del Triduo Pascual, contemplamos el gran silencio que habitó la tierra tras la muerte de Jesús.

Jesús, tras ser arrestado en Getsemaní y conducido ante Caifás, Herodes y Pilato, es condenado a muerte. Cargado con la cruz y, a través de las calles de Jerusalén, Jesús llega al Gólgota donde es crucificado junto a otros dos condenados a muerte.

En la cruz, antes de morir, Jesús pronuncia, entre otras, una serie de palabras que son recogidas en los diferentes relatos de su pasión y muerte. Quiero destacar la que dirige a uno de los que está crucificado junto a Él y que dice "Te lo aseguro, hoy estarás conmigo en el paraíso" (Lc 23, 43).

"Te lo aseguro..." ¡qué gran certeza tenía Jesús que aquello no iba a terminar en la cruz! Jesús ha vivido su existencia acompañado por su Padre Dios y, ahora en la cruz, esa certeza y esa confianza se manifiesta aún con más fuerza. "Te lo aseguro...", es decir, no cabe duda, cuando acabe este terrible momento, estaremos en el paraíso que Dios Padre nos tiene reservado. La fe de Jesús es tan grande que inmerso en una situación de sufrimiento tan difícil es capaz de intuir y percibir la luz del Domingo de Pascua.

Pero antes, un gran silencio cubrirá la tierra. Jesús, en el sepulcro donde es colocado tras su muerte, descansa, duerme, confía en su Padre Dios que lo cogerá de la mano para levantarle para siempre. El paraíso llegará, aunque antes hemos de esperar en silencio.

Cuando pienso cómo será ese paraíso que Jesús nos asegura en la tarde del Viernes Santo, creo que se tiene que parecer al que describe el libro del Génesis: un jardín fantástico y a Dios buscando al hombre y la mujer para dar un paseo a la hora de la brisa. Sin esperar a morir, él paraíso es la cercanía con Dios Padre, es convivir en su presencia, compartir y cuidar con él la obra de la creación y, cuando la vida se presenten dura y la realidad del Viernes Santo aparezca, esperar en en el silencio confiando y recordando la promesa de Jesús que el paraíso está ahí esperándonos a todos.

En el silencio del Sábado Santo, suerte y bendiciones.