lunes, 16 de septiembre de 2013

Un país para...


Televisión Española ha comenzado a emitir nuevos capítulos del programa "Un país para comérselo"... Ana Duato, su protagonista, recorre comarcas y ciudades españolas dando a conocer la gastronomía y las costumbres de cada lugar. El programa no está mal, aunque a mí el título no me gusta mucho, no está el país para comérselo, más bien, tal y como está el panorama, el país está para todo lo contrario. Y por alguna razón, este pensamiento me ha llevado a escribir la siguiente entrada:

José Caldalso, escritor y militar español, nació en Cádiz hace 272 años. Por circunstancias familiares, sus primeros años transcurrieron, en estancias más o menos largas, en diferentes países europeos. Su padre, comerciante en Indias, de espíritu viajero lo llevó a vivir a Francia, Inglaterra, Italia, Alemania y Holanda para volver, a la edad de 16 años a Madrid y comenzar estudios para ser funcionario. Su experiencia de vida, hasta el momento, contrastó de manera brutal con la imagen que la España de esos tiempos le produzco. Debido a los constantes desencuentros que tuvo con su padre, consiguió volver a residir fuera de España hasta que, al cumplir los 20 años, murió su padre y tuvo que volver a España a liquidar los asuntos testamentarios. A partir de esa fecha, Cadalso se dedica a la vida militar y a la profesión de escritor. De todas sus obras, quizás la más famosa, es "Cartas marruecas". La novela está formada por un conjunto de noventa cartas que narran la historia de Gazel, un joven marroquí que habiendo viajado por toda Europa llega a España en la comitiva de un embajador de Marruecos, y que aprovecha la oportunidad para conocer las costumbres y la cultura del país, y compararlo con otros países europeos. El carácter polémico de muchas de las cartas, la gran actualidad de los temas y su crítica de España, han elevado a la novela a un imprescindible de la literatura española de todos los tiempos.

Hoy, en la España que nos ha tocado vivir, las "Cartas marruecas" no solo están vigentes, sino que se han convertido en el triste augurio de la España actual. Divisiones entre regiones españolas, descuido de las ciencias y la educación, la emigración  de los jóvenes en busca de trabajo, son algunos de los temas que Cadalso crítica y que considera causa de la decadencia del país. Cuán en lo cierto estaba el escritor gaditano que ya intuyó que el futuro de nuestro país tenía más grises en su paleta que otros colores.

Cadalso no llegó a viejo. En su carrera militar se cruzó el asedio de Gibraltar (también de curiosa actualidad) y un trozo de metralla le abrió la cabeza y provocándole la muerte. Su cuerpo reposa en la parroquia de San Roque.

A este país que, para unos está "para comérselo", otros ya se lo han comido y a otros se les ha indigestado, todavía le queda mucho camino por recorrer para poder alcanzar los niveles de una nación. Cadalso tuvo la visión, nosotros la posibilidad de enmendarlo.

Hasta la próxima, suerte y bendiciones.

Entrada dedicada a mi amigo Jesús Romero...

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