Esta mañana, mi mujer me ha hecho un regalo: una entrada para mi blog. Lo copio literalmente y lo comparto con vosotros, al final seguro que coincidís conmigo en que ella debería tener su propio blog. No me extiendo más, es su entrada.
"No entiendo mi vida, mi día a día, sin un ratito de lectura, aunque sean quince minutos, es como un alimento. Considero imprescindible dedicar algo de nuestro tiempo a la apasionante aventura de leer. Hace poco hemos disfrutados de dos eventos culturales: el Día del Libro y la Feria del Libro. Mi familia y yo asistimos habitualmente a este tipo de actividades. Desde muy pequeño, desde su primer año de vida, llevamos a nuestro hijo a conocer las últimas novedades literarias.
Pienso que el amor por la lectura es uno de los mejores legados que podemos dejarle. Mi hijo y yo tenemos una buena costumbre, que deseo compartir con vosotros. Como Antonio Juan se levanta muy temprano SIEMPRE, incluso los fines de semana, ambos aprovechamos ese primer rato del día para leer. Nos vamos al salón, cada uno con su libro e iniciamos el día con una buena lectura. Luego el trepidante ritmo del día se encargará de llevarnos por otras sendas menos lúdicas.
En los últimos años he leído mucho, sobre todo narrativa y ensayo, voy alternando ambos estilos literarios. A veces disfruto de una buena novela que me ayuda a evadirme, a soñar con otras realidades, a disfrutar con descripciones magistrales; y otras veces me interesa aprender, adquirir opinión, ahondar en algún tema de mi interés, para eso recurro al ensayo.
En estos momentos estoy disfrutando de la literatura de José Luis Sampedro, he comenzado a leer “La sonrisa etrusca”. El autor muestra magníficamente los sentimientos de un anciano que padece una grave enfermedad cuando conoce a su nieto y convive con él durante el que, presumiblemente será el último periodo de su vida. Con palabras muy sencillas, el autor va desgranando la vida del anciano reflejada en los ojos de su nieto.
No conocía a José Luis Sampedro, pero recuerdo que, en aquellos años que estudiábamos en la Universidad, mi amiga María del Mar me recomendó la lectura de este libro concretamente. Han pasado veinte años, pero al final lo estoy leyendo.
Y su lectura ha venido de la mano de un libro anterior “Ciencia y vida”. Se trata de un diálogo entre el propio Sampedro y su médico cardiólogo Valentín Fuster. Éste último le salvó la vida y, a partir de ahí, se generó una buena amistad. Os recomiendo encarecidamente la lectura de este libro que rebosa inteligencia y sentido común por los cuatro costados.
Como muestra un botón: hablan los autores de la forma de mantenerse en forma y llegar a vivir en plenitud hasta el final de nuestros días, para ello recomiendan ejercicio físico para mantener nuestro cuerpo, la oración o la meditación para alimentar nuestro espíritu y la reflexión y actividad cognitiva constante que es la gimnasia para mantener vivo nuestro cerebro.
Bueno, con este texto realizo mi “bautismo bloguero”, soy muy pudorosa y me resisto a escribir sobre mi misma, pero mi marido se lo merece todo y de paso cumplo con uno de sus deseos. Este es mi regalo para él y como él dice: “Suerte y bendiciones”.
Pienso que el amor por la lectura es uno de los mejores legados que podemos dejarle. Mi hijo y yo tenemos una buena costumbre, que deseo compartir con vosotros. Como Antonio Juan se levanta muy temprano SIEMPRE, incluso los fines de semana, ambos aprovechamos ese primer rato del día para leer. Nos vamos al salón, cada uno con su libro e iniciamos el día con una buena lectura. Luego el trepidante ritmo del día se encargará de llevarnos por otras sendas menos lúdicas.
En los últimos años he leído mucho, sobre todo narrativa y ensayo, voy alternando ambos estilos literarios. A veces disfruto de una buena novela que me ayuda a evadirme, a soñar con otras realidades, a disfrutar con descripciones magistrales; y otras veces me interesa aprender, adquirir opinión, ahondar en algún tema de mi interés, para eso recurro al ensayo.
En estos momentos estoy disfrutando de la literatura de José Luis Sampedro, he comenzado a leer “La sonrisa etrusca”. El autor muestra magníficamente los sentimientos de un anciano que padece una grave enfermedad cuando conoce a su nieto y convive con él durante el que, presumiblemente será el último periodo de su vida. Con palabras muy sencillas, el autor va desgranando la vida del anciano reflejada en los ojos de su nieto.
No conocía a José Luis Sampedro, pero recuerdo que, en aquellos años que estudiábamos en la Universidad, mi amiga María del Mar me recomendó la lectura de este libro concretamente. Han pasado veinte años, pero al final lo estoy leyendo.
Y su lectura ha venido de la mano de un libro anterior “Ciencia y vida”. Se trata de un diálogo entre el propio Sampedro y su médico cardiólogo Valentín Fuster. Éste último le salvó la vida y, a partir de ahí, se generó una buena amistad. Os recomiendo encarecidamente la lectura de este libro que rebosa inteligencia y sentido común por los cuatro costados.
Como muestra un botón: hablan los autores de la forma de mantenerse en forma y llegar a vivir en plenitud hasta el final de nuestros días, para ello recomiendan ejercicio físico para mantener nuestro cuerpo, la oración o la meditación para alimentar nuestro espíritu y la reflexión y actividad cognitiva constante que es la gimnasia para mantener vivo nuestro cerebro.
Bueno, con este texto realizo mi “bautismo bloguero”, soy muy pudorosa y me resisto a escribir sobre mi misma, pero mi marido se lo merece todo y de paso cumplo con uno de sus deseos. Este es mi regalo para él y como él dice: “Suerte y bendiciones”.
Así sea, hasta la próxima, suerte y bendiciones.
1 comentario:
Hola Inés y Antonio, me ha encantado vuestra estrada compartida.
Te animo, Inés, a que te crees tu propio blog.
Quizás no te interese hablar sobre ti pero veo que te encanta hablar de los libros que lees.
Puedes entonces crear un blog para animarnos a aquellos no tan aficionados a la lectura, contándonos cuan interesantes y maravillosos son los libros que lees.
Ánimo,conviértete y pásate a la blogosfera. Besos
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