jueves, 27 de agosto de 2009

Buscando un poco de luz en medio de tanta oscuridad...


Hay ocasiones en las que se acumulan tantas circunstancias adversas que es difícil mantener el ánimo y el tipo. Hace unas semanas que, casi a diario, me dan malas noticias de enfermedades de compañeros y amigos. Creo firmemente que hay que buscar en todo lo que ocurre un sentido y una enseñanza, intentar aprender qué quiere decirnos Dios de todo lo que ocurre a nuestro alrededor o nos ocurre a nosotros directamente. Sin embargo, hay veces que resulta complicado y me cuesta más trabajo. Pero, ¿dónde acudir si no consigo saber cuál es la enseñanza? Un amigo me dijo una vez que si no voy a encontrar respuestas para qué hacerme preguntas. Me pareció una huida pero con el tiempo he aprendido que resulta útil, al fin y al cabo, una retirada a tiempo es una victoria.

Creo que lo mejor que se puede hacer cuando se acumulan las malas noticias y no nos da tiempo a recuperarnos, es hacer como cuando nos dan buenas noticias: reunirse. Si para las buenas lo hacemos para celebrar, para las malas deberíamos hacerlo para intentar entre todos encontrar las razones y las enseñanzas de lo que está pasando. Compartir las preguntas, los sentimientos, los miedos, los desconciertos... tiene como ventaja que se pueden encontrar las respuestas más rápido.

Desde mi perspectiva cristiana, estoy convencido de que Jesús de Nazaret siempre acude cuando dos o más se reúnen en su nombre, así que si nos reunimos y Él está con nosotros, seguro seguro que pronto encontraremos alguna luz en tanta oscuridad. Como reunirse no siempre es fácil, siempre tenemos la posibilidad de buscar un ratito al día y reunirse sólo con Jesús, Él siempre tiene unos minutos.

Mando mucho ánimo y mucha energía positiva a todos los que estáis en un momento difícil. No pongo los nombres, todos sabemos quiénes son. No olvidéis que no estáis solos.

Hasta la próxima, suerte y bendiciones.

2 comentarios:

Macarena dijo...

Antonio precioso, seguro que tus palabras les servirán a aquellos compañeros y amigos , que no están pasandolo bien.Me uno a ti en esos ánimos, el tiempo lo cura todo y como tu bien dices, confiemos en nuestra fe,para seguir adelante.
Un beso fuerte.

Agustin dijo...

A veces uno piensa y está casi convencido de que Dios se ha olvidado de uno, pero eso no quita para que le pidas por otros.
Ysi aun así, no logras ayuda, de vez en cuando, una mano en el hombro de ese ser querido sirve para calmar muchos sentimientos de dolor.
Un abrazo Antonio