martes, 12 de octubre de 2010

God save my mother...


Cuando yo empecé a flaquear en mis estudios, allá por sexto o séptimo de EGB, mi madre siempre me decía que me esforzara un poco más, que ella no había tenido la oportunidad de estudiar y que, si ella pudiera volver al pasado, cambiaría eso y estudiaría mucho. Pasaron los años, y gracias a ella y a Dios, no abandoné los estudios. Siempre estuvo vigilante y pendiente de las tareas, de las notas, de que asistiera a clase, y cuando yo traía, por razones varias, un saco lleno de calabazas, ella, entre estricta y suave, volvía a renovarme el ánimo y hacía lo que podía para que siguiera adelante. Creo que por eso y, alguna cosa más, ahora puede respirar tranquila.

Mi madre no pudo volver al pasado, pero lo que sí ha podido hacer es cobrarse la deuda de poder ir al colegio y estudiar. Cuando hace unos años enviudó, lo primero que hizo, cuando pasó el tiempo del duelo, fue matricularse en la Escuela de Adultos y, en la actualidad, cuatro años después, ahí sigue. Todos los días, presta y diligente, coge su libreta y su estuche y asiste a clase con ilusión e interés. Los dos primeros años daba clase de Matemáticas, Lengua, "Sociales", "Naturales", luego en el siguiente curso incorporó la Informática, y la última novedad ha sido el Inglés.

Doña Enriqueta cumplirá, en unos días, 80 años. Es la más veterana de la clase y, si sigue así "morirá con la perona puesta" por que de las "Mates" y la Lengua salió indemne, aunque la Informática y el Inglés creo que van a acabar con ella. Entre el verbo "to be", los "numbers" y los "colours" andan sus últimos deberes, y aunque le pone interés, el resultado de sus ejercicios más parece esperanto o noruego, que inglés. Sin embargo, su espíritu no decae y ella, sigue y persigue como si le fuera en el empeño ser dama de la mismísima Isabel II. Y así, "lesson to lesson" no cede ni un ápice en su devoción por asistir a clase. No es por que sea mi madre, pero Doña Enriqueta es todo un ejemplo de amor por aprender y no darse nunca por vencida. Por eso, en honor a sus clases de Inglés que ¡Dios salve a mi madre!

Hasta la próxima, suerte y bendiciones.

PD: Felicidades a las "Pilares".

2 comentarios:

Elena dijo...

Te aseguro que muchos querríamos una tropa de Doñas Enriquetas en clase. No hay nada como la actitud positiva en clase, llegará donde quiera. ¿Su nieto no le echa un cable? Un besito a todos.

Antonio ST dijo...

Latixer:
Actitud positiva no le falta, pero no la veo recitando a Shakespeare en la gala de fin de curso. Y sí, el nieto le echa un cable y dos, y a veces hasta tres, jajajaja. Besitos.