El día 22 de noviembre se celebra el Día de la Personas sin Hogar. El lema del día es "Su historia es parte de la nuestra. Todos contamos". Todos, sin embargo, hasta 30.000 personas en España no cuentan pues a esa cantidad asciende el número de personas que actualmente viven en la calle en nuestro país. Por ahora, tú que lees este post y yo que la escribo estamos en otra situación. Nosotros no le faltamos a la sociedad. Votamos, opinamos, pagamos impuestos, participamos en su cambio y desarrollo, etc. Sin embargo, ellos no, no cuentan, viven fuera, en los márgenes de los márgenes.Esto nos dice que algo no funciona. Algo no va bien. Algo le pasa a esta sociedad que hace que más de 30.000 personas tengan que dormir diariamente en cajeros automáticos, en los bancos de las plazas, en albergues o donde pueden o los dejan.Cáritas y otras organizaciones sociales nos recuerdan y nos acercan, en esta campaña, a esta cruda realidad que nos rodea. Quieren llamar nuestra atención sobre estos ciudadanos que ven sus derechos vulnerados y su dignidad negada. Las causas de que muchos terminen viviendo en la calle las podemos encontrar en la inestabilidad y precariedad del empleo, el difícil o nulo acceso a la vivienda, las deficiencias en la protección social, los cambios demográficos y familiares, unido a la percepción de fracaso personal e inseguridad con la que se perciben estas personas. Y cuando se llega a esa situación, por cierto, cada vez más fácilmente, en la mayoría de los casos, salir es ya otra cuestión, una misión imposible. Muchos no lo lograrán nunca. En los últimos años, muchos que viven en la calle terminan sus vidas en ella. Si tuvieron una vida desprovista de toda dignidad encontraron la muerte de la misma manera, A veces fue el frío, a veces la violencia irracional, pero en todos los casos, la insolidaridad de la mayoría de nosotros también contribuyó a su muerte. Sin embargo, me niego a ser pesimista, Cáritas y muchos más, nos negamos a ser pesimistas. Sería un elemento más de insolidaridad. Creer que no hay solución, que esto es inevitable es condenar a estas personas a vivir sin techo, sin derechos y sin vida. Por eso, en este día, Cáritas y el resto de las instituciones que colaboran en la campaña hacen propuestas reales para que esto cambie, ofrecen soluciones para que estos conciudadanos nuestros puedan salir adelante, dejar la calle y rehacer o empezar la vida digna que nunca tuvieron. Durante unos días del mes de noviembre, los sin techo aparecen en los medios de comunicación, son motivo de jornadas y congresos, de rimbombantes declaraciones de los políticos, de cartas pastorales de los Obispos. Luego, en diciembre, retornaran a las calles, a los bancos de las plazas, a los cartones que hacen las veces de colchones. Y si vuelven a los medios, es por que uno haya muerto de frío o por que otro haya sido asesinado en la soledad de la noche. Sin embargo, sin menospreciar lo anterior, ellos necesitan más, necesitan mejores políticas sociales, mejores recursos especializados para ellos, necesitan más reconocimiento social, menos hipocresía, menos enjuiciamiento y menos solidaridad que les mantiene en su pobreza. Es necesario que los ciudadanos que contamos, estimulemos, con nuestra voz y nuestro voto, a los responsables públicos a que hagan un esfuerzo para que las políticas no generen más pobreza, que no provoquen más exclusión, es decir, que la vivienda sea asequible, que se pueda acceder a ella y se tenga un empleo estable para pagarla, que la protección social en vez de recibir menos fondos aumenten y pueda llegar a todos los que los necesitan. Pero también, los que estamos aún dentro de la sociedad fortalezcamos las redes familiares y de relación para que no nos quedemos desprotegidos y vulnerables. Quizás con algo de esto prevengamos que tú, o él o yo atravesemos la delgada línea que separa la inclusión de la exclusión.
Una campaña de Cáritas de hace algunos años rezaba así: "La exclusión nos incluye a todos. Podrías ser tú". El lema era una llamada a intervenir, era una llamada a participar en el cambio social. Si no hacemos cosas prácticas para que la sociedad bascule hacia una dirección más humana muchos de los que estamos ahora empezaremos a no contar. ¿Tremendismo? Que cada uno juzgue. Pero piensen que si algún día pierden el empleo, o la familia, o tienen un bajón o se dan las tres a la vez ¿no os gustaría que alguien nos echara una mano? Hagamos algo pronto todos contemos. Todos.
Os dejo una foto de un acto de sensibilización celebrado esta mañana en Cádiz en el que se ha reivindicado que las personas sin hogar son sobre todo personas, que aunque los quieran llamar de todo (vagabundos, indigentes, pedigüeños, transeúntes...) son personas con los mismos derechos que tú y que yo.
Hasta la próxima, suerte y bendiciones.
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