lunes, 2 de marzo de 2009

Tiempo favorable de Cuaresma


El pasado miércoles de ceniza asistí con mi madre a la imposición de la ceniza cuaresmal. La Iglesia estaba repleta de personas de avanzada edad. Sólo un par de niños acompañando a sus abuelos y pocos de mi edad o más jóvenes. A pesar de esto, la entrada de este blog no la voy a dedicar al hecho conocido de que las iglesias han quedado como refugio de las personas mayores y los jóvenes han decidido habitar otros espacios.

Después de las lecturas, de la ceniza, llegó el tiempo de ofrecer una breve reflexión sobre la cuaresma, sus prácticas, de como tenemos que vivirla y de como no tenemos que hacerlo. Al final me asaltó una pregunta ¿cuántas cuaresmas hemos vivido los que estamos en esta celebración? ¿cuánto nos hemos convertido a lo largo de nuestra vida? Yo entiendo la cuaresma como un tiempo para cambiar, para convertirse. Convertirse proviene del griego metanoia que significa cambio. Es un término dinámico no estático. Convertirse significa ir de un lado a otro. Ir del no-Dios a Dios con lo que ello conlleva. Sin embargo, el sacerdote no hablaba de dinamismo, hablaba de consumismo, consumir celebraciones, consumir lecturas, reflexiones, pero no hablaba de cambiar, de moverse, de salir de nosotros mismos para ir hacia Dios.

Al final, tuve que echar mano de la comunión de los santos, de la comunión con la Iglesia, y de algún que otro recurso más para sentir que era importante estar ahí.

Me dió pena la cantidad de oportunidades que se pierden de invitar a movernos un poco más hacia el Evangelio. La predicación de la Iglesia está falta de invitaciones prácticas a mirarnos como cristianos y como Iglesia. Año tras año repetimos esquemas y celebraciones y no parece que el Reino de Dios esté más cerca gracias a nuestra conversión personal y comunitaria. Nuestra liturgica es más un piedad personal que una corriente comunitaria que se traduce en una moral social que facilita el cambio y la transformación.

Quedan 32 días de Cuaresma, quizás no esté todo perdido. Quizás este año 2009 sea un tiempo favorable para empezar a cambiar. ¿Nos atrevemos?

Hasta la próxima, suerte y bendiciones.

4 comentarios:

Pilardepiedra dijo...

Querido amigo, sabes tantas cosas y tienes tanto que dar que no debes quedartelo para ti solo.

¡Compártelo! Invita a tus amigos a visitar tu blog, te lo digo en serio.

Besos

Anónimo dijo...

que pedazo de crítica! verdaderamente la Iglesia debería colocar a Jesús nuevamente en el centro de la misma y retomar su mensaje: los cristianos debemos construir el Reino de Dios y vivirlo en plenitud.

Anónimo dijo...

La predicación de la Iglesia está falta de invitaciones prácticas a mirarnos como cristianos y como Iglesia, AHI ESTÁ LA CUESTION ANTONIO, LA PALABRA DE DIOS DEBERIA HACERSE MAS PRESENTE Y VIVA , ADAPTARLA A LOS TIEMPOS QUE VIVIMOS YA QUE LA PALABRA DE DIOS ES ATEMPORAL.
UN SALUDO
( y perdona por mi crítica de esta mañana..)

Antonio ST dijo...

Por favor, os ruego que cuando hagáis algún tipo de aportación firméis los mismos. Somos pocos como para ir de anónimos por la vida.